lunes, 27 de febrero de 2012

DESARROLLO QUE EMPOBRECE

2012-02-26 — 12:00:00 AM Publicado en La Estrella 26 Febrero 2012— Una vez, a la pregunta de un periodista acerca del porqué los Kunas no quieren desarrollarse, el Saila Dummat kuna Gilberto Arias respondió: ‘Este desarrollo me hace pobre’. Definitivamente, nadie en su sano juicio puede oponerse al ‘desarrollo’. Sin embargo, la cuestión es de qué desarrollo estamos hablando o si se quiere, desde qué perspectiva estamos definiendo el concepto desarrollo.

En ‘este desarrollo me hace pobre’, en la boca del saila hay una sabiduría milenaria y luminaria manejada por los kunas en su práctica de desarrollo integral. El desarrollo para el kuna significa la concreción de cuatro ejes fundamentales: Neg, quiere decir casa, pero denota territorio y pertenencia, cultura y lengua. O sea, remite a desenvolverse desde, con, para la casa. El primer concepto, neg onasguet, se refiere al crecimiento de la casa de manera horizontal; el segundo, neg odummoget, dice ampliación de la casa de manera vertical; el tercero, neg oganoget, expresa dar espíritu a la casa; el cuarto, neg oagdiguet, indica asentar la casa desde la Madre Tierra hacia el cosmos.

Existen pues, diversos nexos y vínculos de influencia y por supuesto, distintos niveles de relación. Estas cadenas de intercambio estructuran el modo de diagnosticar, sentir y actuar del kuna integrado a la casa, como estructura sociopolítica, económica y cultural en su práctica de identidad.

En esta experiencia, el territorio no solo es fuente de recursos para vivir, sino es lugar privilegiado de desenvolverse en relación con la Madre Tierra, con otros hombres; es zona de producción de la vida material y espiritual, lugar de organización y de gobernarse de manera diversa y efectiva.

Sin embargo, en las políticas globales nacionales de desarrollo, de nuestro país en proyectos como la minería, hidroeléctricas y turísticas, unidas a los criterios de desarrollo unido a los ejes de intervención de organismos internacionales y en la actualidad articulada a los dictámenes del TLC y ALCA, no desarrolla al indígena, sino que provoca una desarticulación de estructuras sociales y el mundo simbólico. Beneficia a ricos y poderosos que usufructúan de los créditos, control de mercado y acceso al aparato de Estado.

Entonces, la expresión de ‘este desarrollo me hace pobre’, alude al desarrollo comprendido como globalización que divide a la Humanidad entre ganadores y perdedores; los primeros con concentración de ingresos exorbitantes y con acceso a la tecnología y los últimos, relegados a un papel cada vez de subalternos, en consecuencia empobrecidos.

¿Es acaso, este empobrecimiento, el fracaso del proyecto humano, justo y equitativo? ¿Es el triunfo de un sistema donde el poder, la politiquería y las ganancias exorbitantes siguen mandando y estimulando nuestro sistema?

En este sentido, ‘este desarrollo me hace pobre’ no alude al desarrollo que intente construir un Panamá unido desde la diversidad y equidad y recree la vocación solidaria y fraterna de los distintos grupos sociales y sectores que formamos este territorio llamado Panamá. Pero, desgraciadamente el problema de Visión de Nación es una realidad y agenda por construir en nuestro país. Tenemos que avanzar.

SOCIÓLOGO KUNA.